Es probable que el atletismo no vuelva a tener
la oportunidad de ver un récord del mundo de 10.000 metros en
manos de un deportista que no tenga su origen en África. Pero no
siempre fue así. De hecho, hasta 1977 el récord mundial de esa distancia no
cayó en manos de un africano. Fue Samson Kimobwa, atleta keniano que esta
semana falleció de forma repentina.
Hay
una anécdota sobre él, cuando los periodistas le preguntaron que cómo se sentía
después de batir el récord del mundo, Kimombwa preguntó, a su vez, al traductor
qué era exactamente eso. "Quiere decir, le dijo, que has hecho el mejor
tiempo de los 10.000
metros ".
Kimombwa pidió aclaración sobre si se trataba de la mejor marca de ese año en todo el mundo, y cuando el traductor le contestó que mucho más, que era la mejor marca de la historia, replicó, muy sorprendido: "no puede ser. No soy ni siquiera el mejor de mi poblado. Había uno que me ganaba siempre cuando salía a correr con los de mi tribu".
Kimombwa pidió aclaración sobre si se trataba de la mejor marca de ese año en todo el mundo, y cuando el traductor le contestó que mucho más, que era la mejor marca de la historia, replicó, muy sorprendido: "no puede ser. No soy ni siquiera el mejor de mi poblado. Había uno que me ganaba siempre cuando salía a correr con los de mi tribu".
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